Sinéad O’Connor logró la fama a finales de los 80 y principios de los 90. A lo largo de su carrera publicó 10 álbumes. Recordada por su talento, activismo y escándalos, una controversial presentación en Saturday Night Live el 3 de octubre de 1992 fulminó su ascenso.
Sinéad Marie Bernadette O’Connor nació el 8 de diciembre de 1966 en Dublín, Irlanda. Las angustias comenzaron temprano: sus padres Marie y John se separaron y la posterior convivencia con ambos no resultó, por lo que fue enviada a un centro de rehabilitación para chicas.
Integró un grupo llamado Ton Ton Macoute. En 1985 su madre falleció en un accidente automovilístico. Pese a la mala relación, el golpe fue devastador. Ese mismo año Ensign Records le ofreció un contrato y se mudó a Londres. Fachtna O’Ceallaigh se convirtió en su representante.
Mick Glossop mantuvo diferencias artísticas con Sinéad, considerando el sonido “demasiado celta”, por lo que hubo que desechar 4 meses de grabación. Después, la cantante quedó embarazada. Luego de varias discusiones le permitieron finalizar y producir ella misma el proyecto.
Mientras trabajaba en ‘The Lion and the Cobra’, su primer álbum, un ejecutivo le pidió que se vistiera con ropa “más femenina” y se dejara crecer el pelo. La respuesta de Sinéad fue inmediata. En un acto de rebeldía marchó hasta la peluquería más cercana y se rapó la cabeza.
El look la acompañaría por siempre y sería su forma de revelarse contra la mercantilización de su sexualidad. “Es peligroso ser guapa. Me acosaban y violentaban allá donde iba, incluso otras mujeres”, contó. Si iba a tener éxito sería por su aptitud musical, no por su físico.
Obtuvo una nominación en los Premios Grammy de 1989. Cuando apareció para cantar ‘Mandinka’ lo hizo con el logo de la banda Public Enemy pintado en la cabeza en solidaridad con dicho grupo ya que, en aquellos tiempos, el rap era un género estigmatizado.
‘I Do Not Want What I Haven’t Got’, su segundo disco y con el que ganó el Grammy, vendió más de 7 millones de copias en todo el mundo. El sencillo principal “Nothing Compares 2 U”, escrito por Prince, encabezó las listas en EE.UU, Reino Unido, Alemania e Irlanda.
Sinéad versionó la canción y le impregnó un aire más nostálgico basado en la compleja relación con su madre. La balada escaló las listas de popularidad.
Se unió a otros músicos para la interpretación de The Wall, el concierto de Roger Waters celebrado en Berlín.
Era un fenómeno global. Obtuvo 4 nominaciones al Grammy en 1990 y ganó el premio a Mejor Álbum de Música Alternativa. Se negó a recoger el galardón y envió una carta expresando que no aceptaba el éxito material si ello conllevaba sacrificarse personalmente para obtenerlo.
En septiembre de 1992 lanzó ‘Am I Not Your Girl?’, que no recibió buenas críticas debido al cambio de género musical y el incidente de SNL. Es una colección de versiones de jazz descritas como “las canciones que crecí escuchando y me hicieron querer convertirme en una cantante”.
Usando su poderosa voz, interpretó en SNL y a capela “War”, de Bob Marley, en protesta por los abusos sexuales cometidos por la Iglesia católica. En directo, luego de romper una foto de Juan Pablo II exclamó: “lucha contra el verdadero enemigo”.
Fue un suicidio profesional.
En el público, silencio total. Tras bastidores, atónitos. Los teléfonos de la NBC se saturaron de quejas. Las estaciones de radio se negaron a transmitir sus canciones. Hubo quemas y destrucciones públicas de sus discos. La caída de la chica de moda fue súbita y visible.
Semanas después asistió al concierto del MSG para celebrar la carrera de Bob Dylan. Sobre el escenario el público le silba y aplaude. La abuchean. El ruido le impide cantar “I believe in you”, el tema programado. Con las manos detrás de la espalda espera y canta con rabia “War”.
Tensión. Mira hacia la audiencia y abandona el escenario mientras Kris Kristofferson la consuela. Sus actitudes contestatarias pasaron a tener consecuencias. El escarnio cayó sobre ella.
‘Universal Mother’, más convencional, salió en 1994. Se trata de su disco más personal.
Posteriormente, en una entrevista le pidió al Papa que la perdonara. Confesó haber roto Ia foto “porque estaba en rebelión contra la fe”. Citó a San Agustín diciendo que “la ira es el primer paso hacia el coraje”. Sostuvo que era cristiana practicante y profundamente católica.
La intención de destruir la foto de Juan Pablo II pasó a ser una prioridad desde que la encontró en la habitación de su madre. Cargaba con ella a todas partes. Buscaba el momento correcto para romperla. Y esa oportunidad llegó la noche del 3 de octubre de 1992.
Tanta atención mediática la desequilibró. Su salud mental y física estaban seriamente afectadas. Le diagnosticaron trastorno bipolar y fibromialgia. Habló abiertamente sobre su adicción, depresión e intentos de suicidio. Se casó 4 veces y tuvo 4 hijos.
Luego del lanzamiento de su sexto disco, en 2003 anunció su retiro de la música. No sería definitivo. Regresó en 2005 con ‘Throw Down Your Arms’, un álbum de reggae basado en la cultura rastafari. Le siguieron ‘Theology’ en 2007 y ‘How about I be me (and you be you)?’ en 2012.
Acaparó titulares por sus comentarios incendiarios en redes sociales, acrecentando la idea de su inestabilidad emocional. En 2017 publicó un vídeo en Facebook en el que, destrozada, decía que “la enfermedad mental es como las drogas, importa poco quién seas (…) estoy sola”.
ambió su nombre a Magda Davitt porque “ya no quería el nombre patriarcal”. Un año después se convirtió al islam y bautizó Shuhada Sadaqat.
A inicios de 2022, su hijo Shane, de 17 años, se suicidó. Otro golpe devastador. A los pocos días fue internada.
El 26 de julio de 2023, Sinéad fue encontrada inconsciente en su apartamento de Londres. El deceso se debió a causas naturales. Tenía 56 años. Fue enterrada en el cementerio Dean’s Grange en Dublín.
Desde líderes políticos hasta deportistas publicaron sus condolencias.
“Sinéad se negó a ser etiquetada y fue degradada como siempre son degradados los pocos que mueven el mundo”.
Ella era diferente a todos. No pidió ser la número uno. Nunca deseó la fama. Solo quiso desahogarse frente a un micrófono.
En ‘Remembranzas. Escenas de una vida complicada’, su libro de memorias publicado en 2021, escribió: “En el escenario siempre puedo ser quien soy realmente. Fuera del escenario, no tanto. Nunca me ha entendido nadie, ni siquiera yo misma, excepto cuando estaba cantando”.
A la memoria de Sinéad O’Connor (1966-2023).
Fuente: Hilo de @YarielSuarez612 en X