La perturbadora historia que inspiró a la película “La huérfana”.
Esta cinta estrenada en 2009 contaba la historia de un matrimonio que decide adoptar a una niña de ocho años llamada Esther.
Tras varios macabros episodios, se descubre que Esther no era una menor de edad sino una mujer de 33 años con trastornos mentales y que padecía de una enfermedad llamada hipopituitarismo, que la hacía lucir como una “eterna” niña pequeña.
Barbora Skrlová nació en República Checa y también sufría de hipopituitarismo, lo que le permitía verse como una niña. La información a cerca de sus padres es un misterio, solo se sabe que ella fue encerrada en un centro psiquiátrico porque tenía rasgos psicópatas.
Pero este no era su verdadero problema. La “niña” tenía un trastorno de identidad múltiple, además de rasgos esquizofrénicos y violentos y por supuesto, un gran poder para manipular a cualquiera.
Como ya dije anteriormente, Barbora sabía cómo manipular a las personas a su antojo (rasgo distintivo de un psicópata) para que cumplieran sus caprichos y exactamente esto fue lo que ocurrió con las hermanas Klara y Katherina Mauerová.
Klara y Katherina, también de República Checa, sufrían de episodios esquizofrénicos, aunque intentaban llevar una vida dentro de lo normal. Klara conoció a Barbora mientras estudiaba en la universidad.
Se hicieron amigas y la supuesta niña le aseguró que había escapado de un centro de menores por los malos tratos y que no tenía dónde ir, por lo que Klara decidió llevarla a su casa en Kuřim donde vivía con sus hijos y su hermana.
Los primeros tiempos fueron grandiosos. Fines de semana de campamento y una nueva vida ensamblada que sólo traía alegría. Tan “Perfecto” era todo lo que estaba sucediendo, que las hermanas adoptaron a la que creían era una dulce huérfana.
Las hermanas, gracias a las alucinaciones provocadas por su esquizofrenia, creían ser Juana de Arco y decían tener una misión divina por delante. Encajaban perfecto en los perturbadores planes de nuestra protagonista.
Barbora no tardó en involucrar a las hermanas en una secta llamada “El Movimiento Grial” que practicaba las enseñanzas de la obra En la luz de la verdad y que buscaba el conocimiento propio, del mundo y de Dios.
La agrupación era dirigida por “El Doctor”. Para conservar la energía “pura”, esta especie de ente les pedía a sus fieles extraños sacrificios y rituales de sexo 1nc3stuoso a través de mensajes de texto.
Las hermanas seguían al pie de la letra sus órdenes. Estaban convencidas de que finalmente su misión había llegado y que “la niña” era un milagro del destino que había llegado a sus vidas para iluminarlas y guiarlas en el camino de la salvación.
El verdadero terror comenzó cuando Barbora empezó a sentirse celosa de los hijos de Klara, de 10 y 8 años. Para poner a las hermanas en contra de los niños, ella los acusaba de haber cometido travesuras que no habían hecho.
De este modo, el enojo de las mujeres aumentaba al mismo tiempo que la crueldad de los castigos a los que los sometían. “El Doctor” y la misma Barbora propusieron construir una jaula de hierro en el sótano para tenerlos alejados.
Ese fue el primer paso de una cadena de abusos a los que sometieron a los pobres niños. D3snud0s y prácticamente sin comer, los obligaban a dormir sobre sus excrementos, los quemaban con cigarrillos, g0lp3aban, obligaban a bañarse en agua helada entre demás barbaridades.
Las torturas a las que eran sometidos los niños siguieron hasta el 10 de mayo de 2007, el destino quiso que una familia vecina comprara un sistema de vigilancia similar para controlar a su bebé que acababa de nacer.
Cuando intentaron instalarlos, un error hizo que captaran la señal de la casa de las hermanas, horrorizados, pudieron ver el estado en el que estaban los niños.
Después de una denuncia por parte de los vecinos, lo encontrado por la policía al llegar fue horrible. En una jaula, uno de los niños estaba desmayado y el otro deplorable y en un rincón, una niña lloraba, decía que había sido adoptada y acusaba a su madre y su tía de las…
Cuando fueron llevados al hospital, desgraciadamente, uno de los niños murió, pero el otro sobrevivió. Fue gracias a su testimonio que se conoció la verdad sobre Barbora. Pero ella ya había escapado hacia Noruega. Después de esto se rapó para hacerse pasar por un adolescente.
Las sentencias de las tres mujeres se dio a conocer en 2009. Las penas fueron absurdamente pocas ya que el Tribunal Superior de Olomouc condenó a Klara a 12 años de prisión, Katherina a 10 y a Barbora Skrlova solo a 5 años.
Lo peor de todo fue que, en el año 2011, Barbora apeló y fue dada en libertad por su “buena conducta”. Desde ese instante, no se sabe absolutamente nada de ella, como si hubiese desaparecido de la faz de la tierra.
Fuente original: https://twitter.com/La_Tmb_