En las dos últimas décadas son muchos los autores e investigadores que acuñan el término “Sociedad de la información” para referirse a una serie o conjunto de transformaciones económicas, sociales y culturales que cambiarán de forma sustancial nuestra sociedad. Quizá la transformación más espectacular sea la introducción de las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación en todos los ámbitos de la vida, ellas cambian, día a día, la manera de hacer las cosas a todas las instancias, y puede que incluso llegue a modificar nuestro modo de actuar y pensar.
La sociedad digital aporta nuevas formas y contenidos culturales que convierten la información en el motor fundamental del desarrollo. Por tanto, la revolución tecnológica representa el germen de una profunda revolución cultural, al ponerse al servicio del conocimiento, su difusión y el intercambio.
Las transformaciones que introducen las TIC hacen que no podamos concebir un sistema formativo en el que se ignoren los beneficios, los desafíos y los riesgos que estas traen consigo. Aunque los cambios en la educación son más lentos que en otras instituciones y sectores de la sociedad, no podemos olvidar que en las últimas décadas, ha sufrido un cambio significativo, no solo en lo que respecta a la reforma de métodos, contenidos y estrategias docentes, sino también en lo que aquí nos interesa, los recursos didácticos que el profesor ha tenido a su disposición para desarrollar la actividad profesional.
En la actualidad las redes sociales constituyen una herramienta fundamental en el sector educacional, pero todavía falta mucho por andar pues, existen profesionales que no están preparados para emprender las transformaciones y, peor aún, no simpatizan con el uso de las nuevas tecnologías, a pesar de vivir en plena sociedad de la información.
Pasar de una educación vertical a una horizontal es indispensable para contribuir a la democratización del conocimiento donde docentes y estudiantes realicen un aprendizaje colaborativo e independiente. Esta aplicación de redes sociales en el salón de clases permite que el estudiantado la utilice como herramienta para adquirir nuevos saberes con el uso de recursos como imágenes, videos, infografías, mapas, libros digitales que son gratuitos, masivos y al alcance de todos con la ventaja de que el docente solo necesita decirles que ingresen y ser el tutor y moderador de los conocimientos adquiridos.
La más relevante aportación que las nuevas tecnologías realizan en el terreno educativo es, sin lugar a dudas, la eliminación de las barreras espacio temporales tanto en la modalidad de enseñanza a distancia como en la presencial; especialmente en la educación a distancia, en lo que ha dado en llamar enseñanza virtual, perspectiva desde la cual se realiza un aprendizaje llevado a la práctica en un espacio físico no real, como es el ciberespacio. En este aspecto, en los últimos tiempos, Cuba ha potenciado su práctica, sobre todo en las Universidades, para impartir cursos virtuales, tanto de superación, como en la continuidad de estudios. En ello destaco el Instituto Internacional de Periodismo José Martí y la Universidad de Cienfuegos Carlos Rafael Rodríguez con disímiles muestras que acercan los conocimientos a la altura de las transformaciones digitales existentes.
El aprendizaje virtual es eficaz, pero contar con una plataforma que lo facilite, es un gran motor, para lograr la estabilidad entre docentes y estudiantado. Una de las más conocidas es la plataforma Moodle, que tiene una licencia que se puede descargar gratuitamente de Internet, modificar los aspectos que parezcan convenientes y usarla libremente.
Es evidente que en este siglo los educadores asumen nuevas tareas, y es fundamental, una actitud abierta y flexible ante los múltiples acontecimientos e informaciones que surgen a su alrededor. Es por ello indispensable que los profesionales de las distintas enseñanzas fortalezcan sus conocimientos para educar a la altura de las nuevas exigencias actuales y así proporcionar una correcta comunicación. El docente ha de verse y formarse como un profesional responsable y atento a las transformaciones que el medio le ofrece, para hacer más atractivo, adecuado y exitoso el proceso de aprendizaje de los alumnos que tiene bajo su responsabilidad.
El uso que profesores y alumnos hagan de los medios y de las nuevas Tecnologías dependerá del enfoque de la práctica profesional de la que se parta; si entendemos que la función del profesor es descubrir y ayudar a expresar el conocimiento, compartirlo y desarrollarlo en conjunto con los alumnos, si su tarea docente forma parte de un proceso de desarrollo del juicio, entonces será necesario preparar a un formador con un carácter dinámico, cambiante, innovador y cargado de valores. Sin olvidar, por supuesto, las tareas de gestión que también ha de realizar todo docente.
Por tanto, las TIC y las redes sociales deberán explotarse de manera coherente y constante con la temática estudiada, con la aplicación de una alfabetización informacional, basado en el contexto informativo, con un pensamiento crítico en el análisis audiovisual que utilicen en el acto pedagógico. Las redes sociales tienen la capacidad de convertirse en herramientas didácticas dentro de las estrategias de aprendizaje. Es vital avivar el desarrollo de las habilidades comunicativas, socio-afectivas y explotar de manera positiva las redes sociales al aplicarlas como una herramienta de aprendizaje y no solo verlas como ocio.
La instantaneidad del conocimiento y la tecnología exigen, cada vez más, medios seguros para transportar información y por lo tanto potenciar cambios significativos en la sociedad. Por ello se han creado para la educación ambientes que le permiten interactuar, transportar y difundir el conocimiento a los lugares más recónditos del planeta.
La investigación, innovación, los avances y las nuevas tecnologías generan cambios y necesidades de aprendizaje constantes. Son ineludibles cambios desde la profundidad del conocimiento del docente, la pedagogía, acciones del alumnado para enfrentar este nuevo reto de la sociedad de la información, y la emergencia de nuevos medios instruccionales en la búsqueda, almacenamiento, tratamiento y recuperación de las materias para la resolución de problemas complejos.
Considero que la participación activa y responsable en la esfera pública requiere de ciudadanos informados y formados en términos de comunicación en los nuevos entornos educativos. Las sociedades de la información y del conocimiento son condiciones necesarias para impulsar una educación de calidad. Esto demanda que la estabilidad estructural y tecnológica de las instituciones educativas instaure una educación pertinente, centrada en el progreso y la modernidad, con el único fin de responder a los requerimientos de la sociedad actual.