Todo empezó en 2012, cuando un científico estadounidense que dirige el laboratorio de identificación de insectos en la Universidad Estatal de Pensilvania vio a un insecto enorme en un lado del edificio de un Walmart al que iba a comprar leche.
Cuando regresó a su casa lo montó con su equipo de entomología, lo registró y se olvidó de él por ocho años, pensando que era otra especie.
Fue hasta 2020, durante una de las ahora odiadas clases por Zoom, que él y un grupo de estudiantes estaban viendo fotos de distintas especies, incluida la que había encontrado el profesor en aquel súper.
Mientras analizaban las fotos, uno de sus alumnos le dijo que no creía que ese individuo perteneciera a la especie en la que lo había clasificado, piuuuum.
En shock, el científico analizó más de cerca al espécimen y se percató de que pertenecía a una especie, Polystoechotes punctata, que no se había observado en Norteamérica en 50 años.
La especie es conocida como crisopa gigante y ha existido en la Tierra desde el Jurásico. Sí, esto sí quiere decir que estuvo viva al mismo tiempo que muchos dinosaurios.
Cuando identificó la especie, se percató de que había hecho un descubrimiento muy importante: la especie se creía erradicada de su hábitat natural.
Para confirmar su identidad, utilizó análisis moleculares de su ADN y, en efecto, se trataba de esta especie. El descubrimiento fue publicado a finales de 2022. Aquí les dejo el paper por si lo quieren leer.
https://bioone.org/journals/proceedings-of-the-entomological-society-of-washington/volume-124/issue-2/0013-8797.124.2.332/Rediscovery-of-Polystoechotes-punctata-Fabricius-1793-Neuroptera–Ithonidae-in/10.4289/0013-8797.124.2.332.short
El descubrimiento podría sugerir que existe una población de estos animales resguardada en algún lugar cercano a donde encontró al espécimen, pero todavía hay que ver.
Fuente original: https://twitter.com/leos
